MUNIESA EN EL HERALDO. VIDEO Y FOTOGRAFÍAS

Escrito el 06/10/2020


Los periodistas del Heraldo de Aragón, Pablo Ferrer (textos) y Laura Uranga (fotografías) han visitado recientemente Muniesa, y tras pasear por sus calles y rincones emblemáticos, presentan sus impresiones y conocimientos. (A continuación transcripción del trabajo periodístico publicado en el Heraldo de Aragón el día 5 de Ocubre de 2020).
Al final del vídeo y las fotografías, se adjunta las dos páginas del periódico.





MUNIESA, SU RÍO SECO Y LA PEÑA AMARILLA

El paraje estepario en las inmediaciones del pueblo tiene un contrapeso verde en el entorno de este caudal, lleno de arbolado.

Muniesa cuida celosamente de su patrimonio, desde el natural al arquitectónico; este año se ha congratulado en bloque por el creciente interés suscitado por su riqueza natural. Desde el mirador de la Peña Amarilla, a las afueras del pueblo, la primera parte de la sugerencia que lanza su alcalde se hace realidad en forma de regalo para el curioso. 
Dato llamativo: los visitantes han hecho allá una pequeña montaña de piedras que recogen en las inmediaciones y van depositando, para hacer crecer la pila. 
El Río Seco aparece a la derecha, y constituye un espectáculo para la vista. “El club ciclista Peña Amarilla lleva seis años haciendo el último domingo de mayo una jornada de BTT –explica José María Lomba, Coordinador del Centro de Estudios Miguel de Molinos (CEMO)– en la que participa y colabora mucha gente del pueblo; este año no ha sido posible, como ha ocurrido con casi todo, pero se señalizaron senderos para andar, correr y bicicleta que suponen una ganancia y atractivo para el pueblo”.

El paraje fue repoblado con pinos a partir de la Orden de 22 de junio de 1956, y cuenta con una superficie de 3.470 hectáreas diseminadas entre los términos municipales de Muniesa (casi 1000 hectáreas), Alcaine, Cortes de Aragón, Josa y Oliete.
José Luis quiere hacer algo más en el sector muniesino de este tesoro verde. “Tenemos en mente una ilusión: restaurar la caseta forestal, que no está actualmente en buenas condiciones, y hacer allá un Centro de Interpretación de la naturaleza que pueda atraer visitas escolares”.

Hay más lugares singulares cerca, como el Cabezo de San Blas, donde están las antenas; tiene igualmente unas vistas magníficas, y desde ahí captas las auténticas dimensiones de nuestro municipio. En primavera, con el verdor y el contraste de las arcillas, es aún mejor. Este verano se han puesto unos bancos y se ha visitado mucho más que otros años”.

La pandemia aplazó ‘sine die’ otra idea abrazada por el Ayuntamiento: el bosque de los editores, que promueve la Sociedad de Editores de Aragón y que se iba a celebrar en Muniesa este año. “Contamos ­–aclara el alcalde– con un nuevo parque, donde habíamos pensado realizar esta actividad en homenaje al historietista y dibujante Juan García Iranzo, el autor del famoso tebeo ‘El Cachorro’, nacido en Muniesa. Lo haremos, pero es complicado precisar una fecha y, lógicamente, no será un acto de multitudes, como se había planteado en un principio al hacerlo coincidir con una jornada popular de reforestación”.

Los paseos por los aledaños del pueblo se rematan con éxito entre sus calles, gracias a un nutrido mapa de atractivos históricos y arquitectónicos. Muniesa da para mucho.




LA TORRE QUE TODO LO VE Y MIGUEL DE MOLINOS, EL GRAN DESCONOCIDO

José María Lomba coordina el mentado Centro de Estudios Miguel de Molinos, adscrito al Instituto de Estudios Turolenses. El CEMO recopila, investiga y protege patrimonio e historia locales, y tiene cinco libros editados. El último, de Francisco Martín y Miguel Ángel Motis,  está dedicado a la figura del quietista Miguel de Molinos, quien publicara en 1675 publicó ‘La Guía espiritual (Que desembaraza al alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la interior paz)’. No tuvo impacto en España, pero causó furor en el resto de Europa: fue traducida al latín, francés, alemán e inglés.

“Es un personaje –aduce José María– que no tiene el reconocimiento que merece, y queremos reparar esa omisión. Se van a mandar 500 libros a entidades educativas y culturales de toda la Comunidad Autónoma y de otros puntos de España, con la idea de organizar 500 actos relativos a su figura; si la pandemia nos lo permite, será en este curso.

También hemos abundado en el rescate histórico del pueblo; hay un archivo de registros notariales en Montalbán que resistió a la guerra, y el 90% de su contenido alude a Muniesa y los pueblos cercanos. Llevamos los hallazgos del pergamino a la luz pública, con la investigación de los historiadores Guillermo Iturbe e Isabel Lorenzo, con plasmación en papel y anexos en la red. También llevamos compiladas 8.000 fotografías históricas: el reto es documentarlas”.

El CEMO (su página web es www.migueldemolinos.org) también ha editado libros con repasos históricos seculares; se han publicado ya el del XIV y XV, y ya está trabajado el del XVI, mientras que se investiga –Iturbe y Lorenzo– el siglo XVII.
En colaboración con el Ayuntamiento de Muniesa, se persigue igualmente la creación del Centro de Interpretación Miguel de Molinos, desde el cual desarrollar más acciones encaminadas a dar fe de su figura y trabajos.



LA TORRE DE LA ASUNCIÓN

Esta torre mudéjar se ve desde muy lejos y es todo un símbolo para el pueblo. “No hace mucho que hallamos la escritura original del encargo de la torre, datado en 1586; tampoco se sabía a ciencia cierta quién la había levantado, y gracias a este descubrimiento sabemos que fue el maestro de obra Domingo de Iza”, apunta José María.

La torre está inclinada, sin llegar a los extremos de la famosísima torre transalpina de Pisa o, localmente, la de la parroquia de Alcaine, muy llamativa. “Hay una teoría que afirma que en la parte del sol mañanero se secaron antes los ladrillos que en el lado de la umbría, lógicamente, y de ahí la inclinación. También se habla de la influencia del viento.
Junto a la parroquia, por cierto, hay un busto de Miguel de Molinos, que está excomulgado a perpetuidad por sus teorías quietistas. La restauración y limpieza de la fachada de la parroquia, culminada hace dos años, ha sacado a la luz elementos nuevos; apareció una inscripción de la izquierda con el último arreglo previo al de ahora, en 1911. Hay que recordar que la iglesia es de finales del XVII, y la zona de la sacristía, del XVIII”.




Muniesa tenía antiguamente seis accesos en forma de portadas con arco; uno de ellos estaba coronado con la ermita de la Virgen de la Aliaga, referente de la gran devoción hacia esa virgen en la zona, con el Santuario homónimo en Cortes de Aragón. También destaca en Muniesa la llamada ‘Pared de los Moros’, una presa de origen romano, subsidiaria de la de Almonacid de la Cuba y producto de la planificación hidráulica del imperio remontando el Aguasvivas: hay azudes en Moneva, Blesa y Monforte. En Muniesa hay un río discontinuo, llamado el Reguero, que alimentó la citada presa.

En el pueblo destaca la Casa Aranguren, alusiva a la saga de notarios de Muniesa documentada desde el siglo XV. Está frente al ayuntamiento; el último Aranguren lo donó a las hermanas de Santa Ana con la condición de que fuera colegio, y así fue desde 1928 hasta mediados de los 70; actualmente es la casa parroquial.


MUNIESA
Comarca. Cuencas Mineras.

Cómo llegar. Desde Teruel, s capital de provincia, hay 100 kilómetros por la N-420 y la A-222..

Dónde comer y dormir. El bar Chicote, en el centro del pueblo, es una tasca de estilo clásico. Se cuenta con el Hostal y restaurante Rosa Mari, en el extremo norte, y el bar-restaurante de la Gasolinera, en el sur.

Más equipamientos. Hay un albergue municipal listo para su utilización a la espera, de que mejoren las actuales circunstancias sanitarias. Actualmente se prepara un aparcamiento de caravanas dotado con los servicios básicos.

Molduras Muniesa. Es la principal referencia empresarial del pueblo y también de los alrededores, con una plantilla de una docena larga de trabajadores.

Ermita de Santa Bárbara. Del siglo XVIII, erigida sobre otra más antigua, está construida en mampostería. La alta torre tenía chapitel, pero tras su deterioro se colocó una estatua del Sagrado Corazón de Jesús, que mide cinco metros de alto.







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